Alguien dijo:”El alma es esa cosa que nos pregunta si ella
existe”. Si pues, nosotros los masones creemos que no solo existe, sino que es
eterna. Claro, entonces creemos en el alma y en su inmortalidad, pero ¿Cómo
anda el alma de sabiduría? No será en todo caso inmortal pero “bruta” como la
piedra bruta? Y que en todo caso, la función principal de nosotros los masones
es la de pulir esa piedra espiritual que es el alma, hacerla “caminar” de la
oscuridad a la Luz, para que adquiera sabiduría (De la belleza, a la fuerza y
luego a la Sabiduría).
Recordemos que el hombre es tres cosas: Materia, Alma
y Espíritu. La columna B que se encuentra a la izquierda del pórtico de
entrada al Templo del Rey Salomón representa a la materia. La columna J que se
encuentra a la derecha representa al espíritu. Entonces ¿Donde está el alma? El
alma por consiguiente debe ser el masón que ingresa entre las dos columnas. ¿Y
para qué ingresa? Ingresa para perfeccionarse, para pulirse. Entonces podríamos
decir que el alma a pesar de ser inmortal, no es perfecta (Es tosca o bruta según
el rito)
Bueno, nosotros los masones buscamos la verdad ¿La
encontraremos?.Claro que la encontraremos, pero no en esta vida. Para eso
estamos puliendo nuestra alma inmortal. Para que adquiera sabiduría y llegue a
conocer la verdad, la cual es también inmortal. Inmortal con inmortal. Si el
alma inmortal no está preparada (pulida) no llegará a conocer la verdad
desnuda. Por eso debemos prepararla (Pulirla). Yo creo que la masonería es el
colegio del alma.
El fin de la masonería es el conocimiento de la
verdad. Cuando lleguemos a la verdad, la masonería ya no servirá para nada,
porque ya habrá cumplido su objetivo.
Es solo un comentario.
V:.A:.H:.
Q:.H:. Pedro Moreno Sarmiento. R:.L:.S:. “Trabajo y
Honradez” N 17.
P.D. Busquemos la verdad de lo ocurrido el 25 de Abril
de 1998 y acudamos a la invitación de mi Madre Logia y la R:.L:.S:. Jorge
Basadre Grohman, este Martes 26 a las 8pm en el Gran Templo y festejemos el “Día
de la Unidad Masónica”. Porque es bueno que los que no estuvimos, nos enteremos
de boca a oído de lo ocurrido, para que no se vuelva a repetir.