Editorial

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RR:. Y QQ:. HH:. La historia de la R:.L:.S:. “Trabajo y Honradez” Nº 17 no se escribe sola, la escriben todos sus integrantes. Este año festejamos los 75 años de nuestra reinstalación y seguimos teniendo claro que jamás el Planeta tierra alimentó a seres tan honorables como los masones. Que la masonería está en un plano tan elevado que para mirar al cielo debe mirar hacia abajo. Que sus principios hacen que la vida se haga digna de ser vivida. Su único adicción es la fraternidad.

Así como el sol se levanta en la mañana para dar luz y vida al día, la masonería existe para iluminar a la humanidad en su camino a la sabiduría y la búsqueda de la verdad. No hay camino hacia la masonería, la masonería es el camino.

El GADU existe porque nuestras Logias existen y son más puras que las primeras aguas de la creación. Esa pureza hace que el masón encuentre el lado bueno de las cosas. Es darse cuenta que somos piedras vivientes en una gran construcción divina. Es saber que la vida separa a los hombres y que lo único que puede unirlos es el  Arte Real de la masonería en una nueva comunión de unos con otros.

Se dice que el hombre no es hombre mientras no escucha su nombre de los labios de una mujer; nuestra madre Logia nos ha llamado por nuestros nombres y hemos acudido con fe y esperanza. Le hemos entregado una sandalia como prueba de nuestro compromiso de honor con ella. Sin dejar de lado nuestro pasado honrando y recordando a nuestros HH:. Que moran en el O:.E:. Sabemos que la vida y la muerte están unidas y que son inseparables como el cordón umbilical que unos une con nuestro pasado.

Todos los viernes acudimos a nuestro Templo porque sabemos que nadie nos va a llevar la masonería a domicilio. No hay masonería delivery.

Todos unidos cantemos juntos como pájaros trinando la misma melodía por nuestro aniversario y bailemos al compas de la música de las esferas.

"Leyendo con el corazón lograremos leer lo que el maestro no escribe".

Pedro Moreno.