domingo, 3 de marzo de 2013

La cuarta columna


LA CUARTA COLUMNA

Un masón cruzó la pista,
Muy agitado llegaba tarde,
La tenida ya ha comenzado
Los ángeles  subían y bajaban
El portal ya estaba abierto.
Vaciló en entrar o no,
Un ángel le abrió la puerta.
Los pasos y el saludo.
Podéis ocupar vuestra columna.
Y siguieron los eternos trabajos
En el oriente eterno.
Reina la eternidad en la cuarta columna
Venerable maestro.
Y el alma del masón ocupó su lugar.

Q:.H:. Pedro Moreno Sarmiento R:.L:.S:. “Trabajo y Honradez” Nº17

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