martes, 18 de febrero de 2014

Landmarks y su evolución en el tiempo.



        
LOS LANDMARKS Y SU EVOLUCION EN EL TIEMPO.-

Según la Enciclopedia Masónica de Coil y el libro Jurisprudencia Masónica de Roscoe Pound:


En la época operativa (antes de la creación de la Gran Logia de Inglaterra en 1723)  no hay ninguna mención al  término “Landmark” en masonería, aparte de su significado operativo. En Inglaterra, las Logias se gobernaban por las Constituciones Góticas en las que ni la palabra ni el concepto está presente.

La palabra “Landmark” aparece por primera vez en masonería en 1720 (publicada en 1723) en los reglamentos compilados por George Payne, que en su artículo 39 dice: “Cada Gran Logia tiene autoridad para modificar este Reglamento o redactar otro en beneficio de la Fraternidad, siempre que se mantengan invariados los antiguos Landmarks", pero dejó el concepto sin precisar.

En el resto del siglo XVIII el término se usa poco y no se llega a concretar. Parece no interesar demasiado.
Los reglamentos corregidos de 1738 mantienen la frase “... invariables los antiguos Landmarks"

Hasta 1775, no aparece de nuevo la palabra: Preston, en su libro Ilustraciones de Masonería la usa como sinónimo de usos y costumbres de la orden, refiriéndose a la no-conveniencia de modificar rituales. Pero no llega ni a listarlos ni a definirlos.

La primera mitad del siglo XIX  se caracteriza en América por una gran cantidad de escritos masónicos que hablan de unos Landmarks misteriosos de trasmisión oral, pero este movimiento no tiene reflejo en Inglaterra:

En 1813, aparece otra mención en el Manual Masónico de Ashe. Pero solo copia a Preston.

También en 1813 en el acta de la Gran Asamblea para la Unión de las dos grandes logias de Inglaterra se menciona que, tras la unión, “debe haber unidad de obligaciones, disciplina, trabajo en logia y vestimenta de acuerdo con los Landmarks y tradiciones de la orden”. Sin duda se refiere a usos y costumbres.

En 1819 el Duque de Suffolk, Gran Maestro de Inglaterra, también establece claramente que los Landmarks se refieren solo a usos y costumbres (mencionando de nuevo la no-conveniencia de cambiar un ritual autorizado)

 En América:

El Dr. Oliver habló ya en 1821 de unos supuestos Landmarks misteriosos y secretos de transmisión oral.

En 1850, Oliver elaboró una lista de 41 Landmarks (en 12 categorías distintas) incluyendo 10 que él declaró obsoletos. Todavía los Landmarks no eran inalterables.

Como resultado de estas ideas, ya en pleno romanticismo, los masones americanos se convencieron de la necesidad de embarcarse en lo que Pound denomina La Búsqueda de los Landmarks Masónicos Perdidos”.

En  Enero de 1856, la Gran Logia de Minnesota aporta una nueva constitución que incluía una lista con 26, esta es la primera lista que aporta el Landmark de inalterabilidad aunque solo se refiere a los ritos y a las ceremonias pero no a los Landmarks. No se conoce al autor, ni sus intenciones, ni sus fuentes.

En Junio de 1856, Rob Morris de Kentucky publica una lista más pequeña, con solo 17, en el que incluye la inalterabilidad en toda su extensión pero refiriéndose a los Landmarks en general (no a su lista en concreto)

Parece que Mackey se inspiró en estas dos listas (aunque no está probado), para elaborar su lista de 25 Landmarks publicada en 1858. Su inalterabilidad se refiere a su lista, de la que dice que no se puede cambiar lo más mínimo, y al no dejar sitio para el debate, solo tiene seguidores o detractores.

En 1872 la Gran Logia de Nevada aprobó otra lista de 39 Landmarks distintos de los de Mackey.

En 1877, se produce el cisma del Gran Oriente de Francia. Derogan los Landmarks que obligaban a que la logia estuviese presidida por el volumen de la ley, la necesidad de creer en el G.A.D.U. y la persistencia del alma. Ello provocó el  cese del reconocimiento del Gran Oriente francés por la mayoría de las Grandes logias del momento. Comienza la irregularidad masónica.


En 1878, Woodford y Lockwood, aceptan la definición de Mackey, pero no su lista. Lockwood reduce la lista a solo 19 Landmarks (y con distinta redacción)

Entre 1889 y 1893 Grant también de Kentucky publica otra lista diferente con 54 Landmarks.


En 1889, La Gran logia de Louisiana aprueba su lista con 24 Landmarks
En el siglo XX empieza la racionalización y el intento de llegar a un mínimo acuerdo universal sobre los criterios de reconocimiento entre Grandes Logias. Si el Gran Oriente de Francia es irregular, ¿qué criterios deben seguirse con respecto a los otros Landmarks no comunes? Las respuestas no tardan en llegar y surgen nuevas listas de Landmarks cada vez más pequeñas y criterios de reconocimiento con cierta universalidad.

En 1908,  John Lawrence mostró su desacuerdo con todas las listas, en su libro Jurisprudencia Masónica y Simbolismo. Según él, ninguna lista cumplía las condiciones de Mackey para ser  considerados Landmarks.

En 1928, la Gran Logia de Virginia Occidental adopta una lista de solo 8 Landmarks.

En 1929, la Gran Logia Nacional de Inglaterra redacta unos principios, para poder reconocer a una Gran Logia regular, con ocho puntos.
En 1952, Roscoe Pound, Gran Maestro masón, decano de Derecho en la Universidad de Harvard, en su libro Jurisprudencia Masónica, propuso una lista con solo siete.

En 1953 La Gran Logia de Vermont revoca la lista de Mackey y aprueba la lista de Pound.

En 1967 La logia Quator Coronati publica el libro de Harry Carr Recopilación de Escritos Prestonianos 1925-1960  que reduce la lista a solo 5 .


En 1970 la Gran Logia de Michigan reconoce una lista con solo 3, los Landmarks que son los que imprimen el carácter deísta de la orden:

Un masón debe creer en el Gran Arquitecto del Universo, el volumen de la ley sagrada es esencial y parte indispensable de la logia y, por último, se debe creer en la inmortalidad del alma.


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