domingo, 9 de marzo de 2014

Humanizando


HUMANIZANDO.
Busquemos la verdad, estudiando la mentira,
Si no conocemos la verdad, estamos en la mentira,
Sin sombra de verdad, una verdad sombría no existe.

Nadie vive sin haber nacido y todo lo que nace debe morir;
El templo de Salomón, nació, creció y fue destruido,
Pero al ser derrumbado como ente material, se espiritualiza,
Muere como un simple edificio, como cualquier cuerpo que nace,
Pero se convierte en el símbolo de la casa del GADU,
 Igual la masonería operativa se convierte en especulativa.

Ningún ser humano se escapa de la muerte material.

¡Oh, Dios! Que me sometes a este límite de sufrimiento;
Reclamaba el hombre en su padecimiento terrenal,
Demuéstrale a tu imagen y semejanza que esto es bueno.

Entonces Dios se humaniza, nace, crece, sufre y muere.
Se da cuenta que la salvación no debe darla Él,
Sino que debe salir del mismo hombre,
Y no regresar al Paraíso como el hijo pródigo… sin nada,
Sino con la seguridad de haber luchado en su perfección
Con  herramientas gastadas y  mandil sucio por el trabajo,
Como lo hacen los masones.
 Y el GADU se alegrará con nuestro regreso a la divina mansión.
Humanicémonos, seamos fraternos. La casa del Padre nos espera.
Los masones regresaremos con algo.

Q:.H:. Pedro Moreno Sarmiento M:.M:. de la R:.L:.S:. “Trabajo y Honradez” Nº 17.

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