SOBRE EL RECORRIDO DE LOS SACOS.
QH Pedro Moreno Sarmiento RLS
Trabajo y Honradez N° 17
Él no era el Hijo de Dios; Él era el
Dios del hijo. No era el hijo de Dios (Melquisedec no lo era) pero Él era el
Padre del hijo de Dios. Si Melquisedec fuera Jesucristo, entonces estaríamos
hablando de la reencarnación y el cristianismo no cree en la reencarnación.
Sea que Melquisedec es el mismo Dios, o
Sem el hijo de Noé, o Jesús, el asunto es controversial, misterioso y
espectacular. Ya que es algo misterioso que Dios se pasee por la tierra
materializándose.
Melquisedec, es un Rey,
sacerdote, profeta y líder, que según el Antiguo Testamento vivió después del
diluvio y durante el Tiempo de Abraham. Melquisedec, rey de Salem, sacando pan
y vino, como era sacerdote del Dios Altísimo, bendijo a Abraham, diciendo:
“Bendito Abraham
del Dios Altísimo, el dueño de cielos y tierra. Y bendito el Dios Altísimo, que
ha puesto a tus enemigos en tus manos.” Y le dio Abraham el diezmo de todo. En
el relato este sacerdote-rey hace una breve aparición siendo sacerdote de Dios,
y rey de Jerusalén, lugar donde en el futuro Dios tomará morada. Como
sacerdote, antes de la institución del sacerdocio levítico, es quién recibe el
diezmo debido a Dios. Melquisedec es reconocido por Abraham sin ser
descendiente de Aarón.
“Porque este
Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a
Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, a quien asimismo
dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de
justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz; sin padre, sin
madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino
hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre” (Hebreos 7:1-3).
Como
sacerdote-rey, es una prefiguración del mismo Jesús Y con la
presentación del pan y el vino, marca lo que después será el sacerdocio
instituido por Cristo y que substituirá al sacerdocio levítico.
Melquisedec es el
sacerdote receptor del primer diezmo registrado en la Biblia, dado por Abraham
y el primer sacerdote Rey.
Pablo indica
claramente que era imposible alcanzar la perfección mediante el sacerdocio
Levítico, por lo que era necesaria la intervención de un sacerdote “a la manera
de Melquisedec”.
Pablo resaltó una
característica notable de Melquisedec cuando dijo que “estaba sin padre, sin
madre, sin genealogía, sin tener principio de días ni fin de vida”, pero que
había sido hecho semejante al Hijo de Dios y permanecía sacerdote perpetuamente.
(Heb. 7:3.) No obstante, no se mencionan
los nombres de su padre ni de su madre, no se hace referencia a sus antepasados
ni a sus descendientes y las escrituras tampoco registran información sobre el
principio o el fin de su vida. Por lo tanto, Melquisedec fue una prefiguración
adecuada de Jesucristo, cuyo sacerdocio no tiene fin. Así como Melquisedec no
tuvo ningún predecesor ni hay constancia de que tuviera sucesores para su
sacerdocio, de manera similar Jesús tampoco tuvo ningún sumo sacerdote que lo
precediera, y la Biblia muestra que nadie le sucederá jamás.
Es posible que Melquisedec haya sido una
Cristofanía o Teofanía: la aparición del Dios Eterno en la persona de Cristo en
carne humana, allá en los tiempos del Antiguo Testamento.
El mensaje
que nos debe dar, es el que Dios se haya molestado a venir a la tierra para
comunicarnos su mensaje es de importancia incalculable.
Para algunos Melquisedec no era el Hijo de Dios, de
ninguna manera o forma. Él era el Mismo Dios que moró en un cuerpo de carne en
el cual vino a visitar a Abraham. De ahí la importancia del ministerio de
Melquisedec.
Jesús fue llamado Príncipe de la Paz, y un príncipe
es el hijo de un rey. Así que este hombre era Rey de Paz, entonces Él tendría
que ser el Padre del Príncipe de paz.
La verdad que este tema es apasionante y merece ser
estudiado más a fondo.
Tratando de averiguar sobre el diezmo, limosnas,
sacos de caridad y sobre todo el motivo por el cual el recorrido de los sacos
en nuestras Logias está anémico, me encontré con Melquisedec, motivo de este
trazado. HH:. Hagamos un esfuerzo; los que más tienen deberían aportar más a
los sacos. Sin metales no podemos hacer beneficencia. Que va a decir Abraham.
VAH
QH Pedro Moreno Sarmiento RLS “Trabajo y Honradez”
N° 17.