martes, 19 de junio de 2012

El secreto Masonico


EL SECRETO MASONICO
Este es uno de los límites masónicos más evidentes e indiscutibles de todos. El principio del secreto es una de las características más destacadas en el Universo y en la Masonería. Si se prescindiera de él, dejaría ésta de ser lo que es. Tan destacada es esta característica que la Masonería se halla catalogada como una sociedad secreta.
 El secreto del armamento de un País. El secreto profesional y todos los secretos habidos y por haber. Nos da una idea de que si los masones antiguos conocían el secreto para trabajar la piedra y construir palacios, iglesias, puentes, etc. El cual debía ser transmitido luego de una iniciación y según se vaya avanzando en el conocimiento de este Arte, era lógico que lo guardaran celosamente para sus iniciados.
Es sumamente riesgoso que se sepa un secreto por cualquiera que no esté debidamente preparado. Sería como darle un bisturí a una persona que no es cirujano para que opere por decir del corazón. Primero debe ser preparado en este arte y luego poco a poco hasta que esté debidamente capacitado.
Los masones trabajaban en piedra con los secretos propios de su arte. Por eso guardaban celosamente sus conocimientos durante la época de la masonería operativa. De ahí empieza el Secreto Masónico.
Las construcciones duraban años en terminarse; hubo gran demanda de constructores. Tanta que hubo de poner sueldo máximo a los masones. El gran apogeo de los constructores. Y el secreto de la construcción era más secreto porque daba buenos dividendos a quienes lo poseían. Los trabajos en piedra continuaban.
Pero un gran incendio se desató en Londres. Empezó el domingo 2 de Setiembre en las primeras horas hasta el miércoles 5 de Setiembre de 1666. Destruyó la ciudad dentro de la muralla romana de la ciudad. La mayor calamidad en la historia de Londres. Destruyó 13,200 casas 87 iglesias, en una ciudad con 500,000 habitantes.
Christopher Wren fue el último Gran Maestre Mason de la Franc masonería operativa de Inglaterra. Después del incendio de Londres diseñó la catedral de San Pablo, también diseñó 57 iglesias de las 87 destruidas.
Era necesario reconstruir rápidamente la ciudad. Con piedra era muy lento y surgió el ladrillo. Entonces la construcción era más rápida que la realizada en piedra, ocasionando que los constructores en piedra fueran menos solicitados. Junto con sus secretos fueron dejados poco a poco de lado a punto de la extinción. Entonces se convirtieron en especulativos como ya sabemos.
Los secretos que se comunicaban de boca a oído, con la aparición de la imprenta que ya podían escribirse y leerse con facilidad crearon otro problema en cuanto al secreto.
Actualmente con la aparición del internet y la globalización, cualquiera puede enterarse de lo que es la masonería y entonces la Orden se vuelve discreta.
Nuestra Orden cuya antigüedad desconocemos, ha sobrevivido al tiempo y a la modernización, seguirá su camino hacia la verdad y nada podrá detenerla. Nuestro local no está oculto, mas aun la central nuestra tiene un tremendo símbolo sobre el edificio. No nos ocultamos de nadie. Somos discretos.
Cualquiera en la actualidad puede enterarse de lo que es la masonería, del mismo modo como cualquiera puede conocer los 10 mandamientos. Pero ¿los cumplen?
Solo nosotros los masones sabemos que en la práctica no es fácil ser un masón. Que hacemos todo lo posible por ser eso que predicamos: libres y de buenas costumbres. Y que sin secretos pero con mucha discreción lo intentamos aunque muramos en el intento.
La Masonería es una organización mucho más oculta de  lo que parece a simple vista. En sus ritos y ceremonias yacen ocultas las fuerzas relacionadas con el desarrollo de los aspectos divinos del hombre.
La ocasión nos obliga a recalcar que los límites que determinan la constitución de la Masonería no se basan en lo aparente y temporal, sino en lo subjetivo y eterno. El secreto a que se refiere este límite, y en que se funda la Masonería, no es, por tanto, algo objetivo sino subjetivo e invisible.
No hay nada material acerca de la Masonería que no pueda conocer cualquier profano que se moleste en consultar libros sobre ella, que se hallan en venta al público. Dada su naturaleza, no tiene nada que sea motivo de secreto en lo externo. Es en lo interno en que está el secreto masónico.
Si la Masonería es una sociedad secreta, lo es en virtud de que el universo es también una organización secreta, tan secreta que tiene aspectos demasiados herméticos y misterios prácticamente indescifrables para la mente humana común.
Los verdaderos misterios y secretos de la Masonería están ocultos en sus símbolos, ritos, signos, toques y palabras. La existencia material de los símbolos no es ningún secreto, pero sí el significado que tiene para cada uno. Esto es un secreto oculto, cuya revelación cada uno debe descubrir por sí mismo.
             No es una institución cerrada. Pueden ser miembros de ella todos los individuos que lo deseen y que reúnan los requisitos señalados por la Orden; pero la Orden es tradicionalmente secreta.
           Existen cosas que no todas las personas deben saber y/ o tener acceso a ellas, pues no harían un buen uso de estas herramientas si no se les ha enseñado a usarlas correctamente, se requiere de un estado especial de conocimiento y actitud ante ellas. Por ejemplo el poder militar, económico o científico en manos de un desequilibrado mental o de un fanático.
Para dar un ejemplo práctico: muy pocas personas podrían presenciar una cirugía de corazón abierto, pues no sabrían cómo comportarse en una sala de cirugía mayor, y no entenderían lo que se hace allí ni por qué se hace, si no han tenido un entrenamiento previo. Es similar; se requiere una iniciación y una preparación, precedidas de ciertas características.
           Asimismo, está íntimamente relacionado con el método de reconocimiento (“landamrks 1*) y la necesidad de que cada logia trabaje a cubierto o sea protegida de los profanos (“landamrks” 11º). Alberto Mackey nos da una precisa definición de este “landmarks” , en los siguientes términos: “El secreto de la Institución es otra Marca (Landmarks) importantísima. Alguna dificultad se opone a la exacta definición de una “sociedad secreta”. La Masonería No es sociedad secreta en el estricto concepto lógico de una de aquellas asociaciones cuyos propósitos se resguardan rigurosamente del conocimiento público, cuyos miembros son desconocidos, que trabajan y laboran en tinieblas y cuyas operaciones se ocultan a la vista pública. A esta clase de sociedades pertenecen los centros políticos de carácter revolucionarios que se forman en los países gobernados despóticamente, donde las reformas se han de lograr por la fuerza y la violencia si acaso se logran. Se conoce públicamente a los masones porque se considera un honor pertenecer a la Masonería, cuya labor ha de dar un resultado del que los masones se glorían, cual es el perfeccionamiento del hombre, la mejora de las condiciones de la vida humana y la reforma de las costumbres. Pero la Masonería es una sociedad secreta si por tal se entiende una sociedad con cierta suma de conocimientos, y un método de reconocerse sus miembros, y varias enseñanzas que sólo se comunican a los que han pasado por una establecida forma de iniciación esotérica.  Desde el punto de vista subjetivo,  el “secreto masónico” se conoce con el nombre de “secreto iniciático” o “misterios” de la Orden. Ello es consecuencia de que la Masonería es esencialmente una Orden iniciática y  de que la verdadera iniciación, la sagrada, se da en el campo de lo esotérico (del griego eiso-theo: yo hago entrar, es decir dar paso al conocimiento de una verdad oculta), o sea de lo interno, lo secreto, lo reservado a los iniciados. En contraposición con lo exotérico que define lo público, lo externo.
          Veamos, como define, textualmente, el Diccionario de la Enciclopedia Salvat el término siguiente: “DISCRECIÓN, (Del lat. discretio. – tionis.) f. Sensatez para formar juicio y tacto para hablar u obrar. Don de expresarse con agudeza, ingenio y oportunidad. Expresión o dicho discretos.”Entonces qué ha ocurrido. Será que ya no tenemos secretos porque nos hemos transformado en discretos. No. Lo que ocurre es que en la masonería operativa los trabajos de construcción demoraban tanto que algunos, por no decir todos, nunca estuvieron en la puesta de la primera piedra y es posible que tampoco estuvieran en la terminación de la obra. Entonces era necesario que reciban y den conocimientos sobre la misma a otros para que la continúen, porque el tiempo de vida no les alcanzaba. Todo esto se comunicaba no a cualquiera sino a los que estaban preparados debidamente para entenderlo. Para otros era un secreto porque no entendían algo que no saben de que se trata. El secreto de la masonería especulativa es subjetivo e invisible como ya dijimos. Existiendo con ella desde su misma fundación, y protegida por ella por medio de sus señales antiguas. Si es desposeída de su carácter secreto, pierde su identidad, y deja de ser Francmasonería.
V:.A:.H:.
Q:.H:. Pedro Moreno Sarmiento R:.L:.S:. “Trabajo y Honradez” Nº17
Valle de Lima

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