SABOREANDO
Llamo sin tocar, llamo
sin vos
A tu vos postre de mis oídos,
Y pido sin siquiera querer.
Entonces apareces como una luz.
Lloran las Magdalenas de la oscuridad,
Añorando el tiempo muerto del pasado.
Solo busco el sabor conocido del ayer.
El plato buscando manjares antiguos.
Luego salgo de ningún lado,
Abrazando la nada con tu mirada.
Es tu sabor antiguo y mío,
Es el sabor del cielo.
Pedro en mistura.
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