martes, 8 de mayo de 2012

El Balotaje



Caía el sol en una tarde provinciana, la calle polvorienta en una ciudad sin lluvia bañaba de polvo a los cansados transeúntes que presurosos caminaban a sus casas buscando el pan caliente de la tarde. Se encontró en el trayecto con el abogado Juanito quien como espantando un tábano y sin  remordimiento le comunicó que no había sido aceptado en la masonería. Sin explicación, sin compasión, sin remordimiento. Un rayo de tormenta serrana lo partió por la mitad y aun no sabía cómo podía caminar con una brecha entre sus mitades.
Nada lo detenía ya en esa provincia de gente que se creía más gente solo por ser masones. Sus razones deben tener y camino… y camino…. Cuando llego a su cuarto agarró sus pequeñas maletas llenas de pocas cosas y partió hacia la capital.
Pasado el tiempo lo volvieron a invitar y lo aceptaron y se hizo lo que siempre quiso ser: Un masón. Se sintió realizado.
Caía el sol en una tarde provinciana, la calle polvorienta en una ciudad sin lluvia bañaba de polvo a los cansados transeúntes que presurosos caminaban a sus casas buscando el pan caliente de la tarde. Yo iba con él y se encontró en el trayecto con el abogado Juanito y nos reconocimos hermanos. Solo que Juanito estaba en sueños según el por los problemas que hubieron en la masonería en la época oscura. Pobre Juanito cree que los masones son perfectos y no humanos .El se lo pierde. Nunca le dijo el porqué fue balotado en su provincia y el tampoco quería ya saber. La cosa no es entrar y salir luego de un juramento. La cosa es hacerse de la Realeza estudiando el Arte Real. Todos sus hermanos lo reconocen como tal. No guarda rencor por el balotado; pero si una gran tristeza cuando fácilmente alguien entra a la Orden y se aleja más que fácilmente y me sugiere que el balotaje sea después de un año de prueba.
Sentados en una banca de piedra en una plazuela provinciana, arrullados por el murmullo de una acequia de agua clara; comiendo el pan caliente de la tarde, ya sentimos los primeros golpes de un fuerte viento que nos anuncia la llegada del Huracán Camote que se llevará los malos recuerdos de un balotaje que él cree injusto y yo también.

Es un cuento

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