El caballo de José Miguel

Y llegado el momento decidió regresar a su País. Su brújula siempre marcaba al Sur, aunque volara por cualquier cielo su Norte era el Sur. Era ya un símbolo verlo en el Sur de nuestro Taller, cuando no,  traía saludos de otros Orientes y vuela y vuela.

-Disfrutemos Antonio de la felicidad que debe sentir José Miguel al regresar a su querida tierra. Acá siempre estarán sus HH:. Su Logia, sus amigos y sus enseñanzas. Bien por él y por nosotros que tenemos un H:. Nuestro en el Oriente de Chile. Las comunicaciones eliminan las distancias.

-          Sabes que Pedro, mejor le prestamos un caballo que vaya y venga bien rápido los Viernes.

-          Ya, a ver, hay uno que se llama Sleipner en Escandinavia, significa “Resbaladizo”, tiene 8 patas, nadie le gana en velocidad por tierra mar y aire, también va a la tierra de los muertos ida y vuelta a gran velocidad.

-          ¿De dónde sacas eso?

-          Bueno, mira Sleipner es el caballo de Odín.  Un constructor llegó con su caballo a Asgard, una especie de cielo al que había que amurallarlo para defenderlo, este constructor se ofreció a construir la muralla a cambio de una Diosa llamada Freya que era bien ricotona más el sol y la Luna. El Dios Loki creyendo que no podría hacerlo, aceptó. Pero el constructor ayudado por su caballo ya estaba para concluir la obra e iba a ser un desastre para los Dioses que vivían ahí. Entonces Odín llama a Loki y le dice que arregle el asunto. Loki era un Dios que podía transformarse en lo que quisiera, así que se transformó en una hermosa yegua para quitarle el caballo al constructor, sin el cual no pudo terminar la obra. Encima Thor el hijo de Odín lo mató de un martillazo en la frente. Todo aparentemente arreglado, pero Loki quedó preñado como yegua y parió a Sleiper y se lo regaló a Odín.

-          Pedro ¿Tú crees que Odín nos lo preste?

-          Bueno, si no, se lo compramos. Es cuestión de aumentar los metales en el recorrido de los sacos y ya.

-          Ojalá, si no hay que desearle un feliz retorno a su amado terruño y que quede claro que zapato con zapato y donde esté, siempre lo apoyaremos en sus empresas dignas.  La masonería es un sentimiento.

-          Nunca se va el que se queda en nuestros corazones.